
Por @TopEmprendedores, síguenos en Twitter
El titular de estos días dentro del mundo emprendedor ha sido contundente: El Congreso aprueba la nueva Ley de Emprendededores. Suponemos, después de los 2.000 post y artículos que se han escrito sobre el tema. Numerosos analistas, críticas, halagos, etc. Pero seguro que cada uno tenemos por lo menos una medida en la cabeza, que hubiera mejorado sin lugar a dudas el proyecto aprobado. Vamos a ello.
Desde este blog, y tras varios conociendo de cerca las necesidades y problemas con los que convivimos queremos proponer, la que hubiera sido, a nuestra forma de ver el asunto la mejor Ley de Emprendedores. Aunque difieras en algunos asuntos, seguro que algunos de estos argumentos ves como necesarios para el desarrollo de una Ley que ayude a todos, qué mejore y renueve el tejido empresarial de España y apueste por empresarios de del mañana (que ya es hoy).
Inversión: La nueva Ley refleja ‘incentivos para los inversionistas’ pero queremos ver cuantos hacen uso de este epígrafe, no será en masa. Igual que se habla de subir los impuestos a partir de determinadas rentas, como ha ocurrido en Francia, porque no a aquellos empresarios o incluso personas cuyo capital superase, por ejemplo, el millón de euros (que los hay y muchos).
Por eso, proponemos por ejemplo que a estas personas se les sitúe una tasa de entre 20.000 y 50.000 euros (dependiendo del capital) para invertir como socio o ‘business angel’ en los nuevos emprendedores. Participarían en la nueva sociedad que pide paso y ayudarían seguro a potenciar a todos esos emprendedores que por falta de capital su proyecto se queda en una simple idea. Crearía empleo sin lugar a dudas. ¿Medida imposible?
Impuestos e IVA: No es que seamos expertos en el asunto. Pero la nueva Ley permitirá no pagar este tipo de impuesto hasta que no se cobre la factura. Pero eso arregla poco, porque el dinero de trabajo realizado no se cobra, y eso es lo queremos. Que el dinero llegue a nuestras manos para poder invertir en nuestra empresa y, por ejemplo, en crear empleo. Propondríamos que una parte del capital a deber, la cubriera el Estado, y la deuda la contrajera el no pagador con el propio Estado.
Impagos: El mundo emprendedor tiene un gran enemigo: el impago. Castigos más severos al no pagador que puede llevar a cabo el pago, pero que se aprovecha la situación para evitar pagar o retrasarlo, haciendo que el emprendedor, que se encuentra en los inicios de su creación de su empresa retrase en el tiempo la evolución lógica de la misma.
Financiación: La palabra crédito entre los emprendedores es prohibitiva. Aunque con la nueva Ley mejora a la hora de poder ‘salvar’ nuestros avales, todavía queda mucho por hacer. Parte de la inyección a los bancos se podría haber traducido financiación para emprendedores. Los grandes bancos pueden hacer de nuevos inversores en las pequeñas start ups que tengan garantías de facturación, aunque no sea inmediata.
Autónomos: Hablando con varios economistas, periodistas del sector o gestores de pymes, pensamos de buena forma que el pago por autónomos a 50 euros que en la actualidad se debe ampliar en edad. Primero, con 30 años y un día tienes que pagar el triple para poder facturar. Medida errónea. Segundo, hay mucho emprendedores de 40, 50 e incluso 60 que se han pasado varios años intentándose re’formar’, ampliar conocimiento o abrirse campo en otros sectores; necesitan ayuda, y el baremo en vez de ser la edad, podría ser el dinero facturado a final de mes.
Exportación: Estamos viendo como las grandes empresas están huyendo de España para abrir vías de negocio en otros continentes como en Latinoamérica, Asia o África. Pero aunque desde determinados organismo como el ICEX se está fomentando la llegada de emprendedores, debe ser una apuesta clara el financiar de algún modo la apertura de ‘start ups’ de emprendedores fuera de nuestro país.
El sistema público: Como sea, es obligación que el sistema público se modernice y las ofertas de carácter público no vayan a caer ‘a los de siempre’. Muchos emprendedores no pueden optar a las ofertas que desde el Estado se hacen por no disponer de experiencia, o de determinadas garantías. Para llegar a ellos tenemos que facturar, y seguro sea mejor confiar en un emprendedor con ideas, obligando, claro está, a usar parte de la facturación del concurso público en mejorar sus condiciones, en contratar a nuevos empleados.
Grandes Empresa Vs Startups: Debemos entender que no es una lucha y parece que en algunas grandes empresas ya lo han tenido en cuenta. Pero hay que fomentar de alguna forma los foros en los que presentar servicios e intercambiar servicios. Las pymes también están necesitadas de, por ejemplo, espacios y equipamiento que ha quedado libre tras la gran crisis, y muchos emprendedores estarían encantados de ofrecer sus servicios a cambio.
Seguramente se tratan de medidas imposible, pero pensamos (en nuestra humilde opinión) desde este blog que la aplicación de algunas de ellas ayudaría a crear una sociedad basadas en las nuevas empresas, muy apreciadas fuera de nuestras fronteras, pero que en España todavía al no ser no tener facturaciones millonarias, tienen poco que opinar; también, seguro, aumentaría el número de nuevos trabajadores (por lo menos en nuestro caso).