
Por @Emprendetop, sígueme en Twitter
Cada día cientos de valientes se lanzan al vacío –del emprendimiento se entiende– para hacer de sus sueños su realidad. Y lo hacen a pesar de las trabas que se encuentran por el camino. A veces, nadie cree en tu proyecto, pero no por eso hay que rendirse. Y es que la idea más loca puede hacer que alcances la gloria y también, claro está, que ganes unos cuantos millones de euros, o de dólares.
Estos emprendedores son sólo un ejemplo de cómo hacerse millonario a través de las ideas más disparatadas:
Una roca como mascota: En 1975 Gary Dahl, harto de escuchar a sus amigos quejarse de sus mascotas, se hizo rico vendiendo piedras. Eso sí, las introdujo en una caja con una correa junto a un libro de instrucciones. Estaba creando el mítico Pet Rock, cuya versión más moderna ha cambiado la correa por un cable USB.
Conviértete en Papá Noel: 2001 fue el año que cambió la vida de Byron Resse, un joven que se hizo con una dirección en el Polo Norte y decidió cobrar 10 dólares a padres cuyos hijos deseaban recibir una carta del mismísimo Papá Noel. ¿Sabéis cuántas envió sólo el primer año? 10.000.
Vender agua del grifo: Hace siete años un joven neoyorquino llamado Craig Zucker se hizo millonario comercializando embotellada el agua del grifo de la Gran Manzana. La etiqueta reza ‘Tap’d NY. Purified New York City tap water’ y se vende a un dólar y medio, unos 35 centavos más barata que el agua mineral.
Perros ‘fashion victim’: ¿De verdad tu perro necesita gafas? Los creadores de doggles.com estaban convencidos de que sí y ahora no sólo tienen venta online, sino que sus tiendas proliferan por medio mundo. En ellas, además de gafas, se venden sombreros y todo tipo de accesorios para las mascotas más presumidas.
La web del millón de dólares: La idea es sencilla, crear una web con un millón de píxeles y cobrar un dólar por cada píxel. El jovencísimo Alex Tew, la cabeza pensante de este proyecto, es ahora el hombre del millón de dólares.