
Según los últimos datos de StartupXplore hay alrededor de unas 800 aceleradoras en España, pero sólo en una, la de First Drop VC, donde la inversión llega antes que la aceleración. Esto hace que los proyectos sean más exclusivos, de mayor valor para las distintas áreas de la compañía. Si nos remontamos a diez años atrás, las aceleradoras no eran tan habituales como lo son ahora para impulsar a los emprendedores que forman parte del ecosistema.
Los fundadores de First Drop combinan la inversión en sus participadas con un programa único de aceleración, acompañandolas de forma completamente personalizada, adaptada a sus retos de crecimiento a corto plazo, con los mejores recursos, talento y red de contactos del ecosistema de innovación e impacto. First Drop House es un espacio de trabajo y convivencia, una nave espacial donde establecer conexiones, compartir aprendizajes, y hacer escalar las startups de la mano del trabajo personalizado de partners, inversores y recursos del fondo de inversión al servicio de sus startups. Aproximadamente 25-30 emprendedores participarán en cada edición, durante 90 días en Valencia, arrancando el próximo mes de septiembre.
Inicialmente, First Drop invierte un ticket de 50K a una valoración máxima de 2,5M y una vez que finaliza su programa, cuando las startups han avanzado de la manera esperada, invierte otros 150K sin límite de valoración. Según Manuel Nieto, cofundador de First Drop, “esto es algo poco frecuente, ya que la mayoría de los fondos fijan la segunda valoración para tener un mayor porcentaje de startups, pero nosotros queremos encontrar a los mejores emprendedores y si les fijamos una valoración máxima el emprendedor se diluirá más de lo necesario y su satisfacción con nosotros no será buena. Creemos que es más interesante dejarles volar y crecer, asesorando siempre, y de esta forma atraer el mejor talento”. Por eso, y con la vista puesta en el último trimestre de 2023, First Drop House nace con la filosofía de ser un espacio en el que ocurren cosas y donde la presencialidad de vivir en uno de los ecosistemas de emprendimiento más atractivo de Europa supone un plus. “Nuestra idea es ofrecer una experiencia única de conexión y convivencia con otros emprendedores, tener un edificio donde nuestros inversores puedan ir y saber que ahí están sus participadas, organizar eventos y generar una gran comunidad de impacto que sea referencia a nivel nacional”, confirma Nieto.
El programa de aceleración de First Drop cuenta con un organigrama que se divide en 3 meses de trabajo personalizado: ayudando primero a las startups a definir los KPIs de impacto y de negocio que trabajarán en los próximos meses; un segundo mes centrado en ventas y producto y alianza con corporates; y, por último, poniéndoles en contacto con los principales Business Angels y Venture Capital nacionales e internacionales.
Durante este tiempo First Drop les ayuda a definir tanto la ronda como el plan financiero, para concluir con su propio iDay. La principal diferencia entre First Drop y cualquier otra aceleradora es que es un Venture Capital y semana a semana tratan solventar dudas, bloqueos en los modelos de negocios con la ayuda de sus propios inversores para así crear una relación que derivará en la inversión. First Drop no acelera proyectos de externos, sino que acompaña a sus participadas con el fin de reducir sus riesgos y aumentar las posibilidades de éxito, profesionalizando la primera etapa de las compañías.
First Drop invertirá y acompañará a medio centenar de startups en los próximos 3 años, mediante 3 ediciones por año del programa de aceleración y unas 7/10 compañías por edición, y así seguir trabajando en lo que First Drop siempre ha defendido, la necesidad de un programa profesionalizado y personalizado al servicio de las startups de impacto.