
Emprender está de moda. En la actualidad es cada vez más común “lanzarse a la piscina” con esa idea soñada desde siempre. Probar suerte tratando de encontrar tu lugar en el mundo empresarial. Pero en el negocio del emprendimiento no todo vale. Y aun teniendo la suerte de tu lado, son necesarias otras muchas características que el buen emprendedor debe manejar. La experiencia, las caídas, aprender a base de prueba y error. Desde Top Emprendedores, entrevistamos a Félix Martín Aguilar, cofundador de ReWare (2015), empresa dedicada al reacondicionado de teléfonos usados que ha conseguido escalar en África, Asia y Europa en cuatro años, explica las claves de su éxito como empresario y emprendedor en serie hasta la actualidad, a sus más de 40, lanzando un nuevo proyecto, Aliqindoi, marketplace de reventa de dispositivos electrónicos que emplea una tecnología testada que le permite, a él y a su equipo, navegar a favor del medio ambiente.
TE:¿Cómo te defines como empresario?
FM: Soy curioso, inquieto, necesito aprender y hacer cosas nuevas, pero eso sí, acabo lo que empiezo. Desde fuera, siempre se ha valorado mi carácter estratégico, estructurado y con alto sentido de la responsabilidad.
Diseño mis proyectos con una ambición de escala internacional y un crecimiento sistemático que en el medio plazo no me necesiten a mí, es decir, mi objetivo es ser prescindible. Las personas en las empresas son cruciales, pero es el equipo y no el individuo. Un buen equipo, soportado por estructuras flexibles pero bien definidas, y un playbook con herramientas necesarias son los ingredientes del éxito.
Algo bueno que tenemos los ingenieros es la capacidad de pensar en empresas como estructuras funcionales modulares (el hardware); como sistemas que tienen la capacidad de operar independientemente, pero que se interrelacionan gracias a las personas, procesos y tecnologías haciéndolas un sistema vivo y totalmente interdependiente y coordinado (el software).
La empresa es como un AI, que el ingeniero diseña inicialmente pero que crece y aprende eliminando la dependencia inicial de quien lo crea. ¡Evidentemente hay que entrenarlo bien!
TE:¿Qué tienen en común tu yo más personal y tu yo más empresarial?
FM: Las ganas de ser mejor, de alcanzar metas difíciles, de motivar a los demás y hacer sentir que todo es posible. Me encanta mantener la ilusión de lo nuevo, incluso en lo inesperado. Intento afrontar el día a día como si te fueras de viaje, con toda la ilusión, y con los ojos abiertos a todo lo nuevo y diferente. Hay veces que pierdes vuelos, te roban la cartera o te peleas con tu compañera de viaje, pero en general la experiencia de descubrir es inimitable.
TE: ¿Puntos que te diferencian de otros compañeros del sector?
FM: ¡Los casi 46 tacos ya me diferencian en el South Summit! ¡Me toman por socio de un VC! Ya en serio, creo que la edad, pero más en el sentido de experiencia profesional y la suerte y el privilegio de haber vivido y trabajado en una decena de países del mundo.
Me he llevado ya muchas “galletas” después de varias startups y puestos de gestión en Telcos y en consultoría, he hecho muchos contactos y, sobre todo, he estado expuesto a la pluralidad y a distintas formas de pensar tanto en la empresa como fuera de ella. Como siempre digo, aunque me queda mucho por ver, ya he visto “what good and ugly looks like”.
«Lo que me motiva es ver cada vez más emprendedores de éxito pasados los 40»
TE: ¿Qué te llevó a meterte en el sector tecnológico?
FM: Lo curioso es que mi relación con la tecnología empezó tarde y un poco de rebote. Cuando llegué a la escuela de telecomunicaciones no sabía casi encender un ordenador. Suena poco romántico, pero yo iba de cabeza para administración de empresas, y como tenía nota y estaba de moda (y me encanta la aventura), ¡me tiré al río!
Este período de universidad, los años haciendo I+D y la gente que conocí, despertaron en mí esa pasión por la tecnología, especialmente al ser consciente de cómo esta es el agente de transformación de vidas más potente que existe.
El impacto humano de la tecnología es lo que me apasiona y lo que me llevó a trabajar trece años en África mejorando el acceso a telecomunicaciones, llegando, por ejemplo, a ser miembro fundador de FibreCo (uno de mis embolaos), primer operador “open access” de fibra en África subsahariana.
El siguiente reto que tenemos todos es reconducir las formas de consumo y producción de las economías que han ganado o están ganando acceso a la información. África, India y otras economías emergentes serán las principales fuentes de contaminación de este siglo y no podemos permitir que se repita el ciclo por el que hemos pasado en Europa, hay que hacer “leapfrogging” con el conocimiento y la tecnología que tenemos en nuestras manos.
TE: ¿Qué miedos tiene Félix Martín como emprendedor y qué fortalezas le hacen afrontarlos?
FM: Para ser emprendedor hay que ser capaz de dejar los miedos atrás. Lo que me da pánico es fallarle a la gente. Familia que depende de ti, empleados que se vuelcan en la visión e inversores que ponen sus ahorros ahí por ti.
Además, es muy complicado emprender cuando estás en tus 40 por el coste de oportunidad. Yo he renunciado a la vida tranquila y de beneficios de los operadores móviles para poner el cuello ahí fuera por una pasión, eso siempre “acojona”.
Lo que me motiva es ver cada vez más emprendedores de éxito pasados los 40. Son muchas las referencias que se han ido publicando en prensa y los análisis de probabilidad de éxito tan positivos dada la mayor experiencia y capacidad de evaluación de riesgo y reacción entre otras.
TE: ¿Qué importancia tiene/ha tenido la sostenibilidad en tus empresas?
FM: Es la piedra angular de mis proyectos. Si bien la tecnología mejora el nivel de vida, el coste medioambiental que conlleva es insostenible. Tras años en el sector de las telecomunicaciones y ver cómo se invierten billones de euros en basura electrónica, decidí enfocar mi energía en encontrar tecnologías y modelos de negocio que busquen un uso sostenible de la tecnología.
De ahí surgió ReWare en 2015, dedicado al reacondicionado de teléfonos usados y que conseguimos escalar en África, Asia y Europa en cuatro años, y ahora Aliqindoi.
«En Europa solo un 4% de los móviles se venden para darles una segunda vida»
TE: ¿Cómo se produjo el salto de ReWare a Aliqindoi?
ME: En 2019 acordamos una transacción con Blue Label Telecoms, empresa listada en bolsa en Johannesburgo, para vender e integrar ReWare África y Asia en sus operaciones. Tras esta transacción me enfoqué en la consultoría y en el área inmobiliaria y mi hermano siguió adelante con el proyecto en Europa. Borja, mi hermano, y el equipo de ReWare en España han hecho un trabajo increíble y se han posicionado como el número uno en España en distribución de reacondicionados en el canal físico. ReWare es proveedor de gigantes como Alcampo, Movistar, Milar y muchos otros.
Aliqindoi es una idea que llevamos tiempo madurando y pensamos que era el momento. Hablé con Juan, co-fundador y CTO, un crack de la programación, y mejor como persona, con el que trabaje en I+D hace 20 años ya, y nos liamos la manta a la cabeza. Juan, además de haber trabajado en I+D y entorno start-up, es profesor de informática, ¡está a otro nivel!
TE: ¿Por qué Aliqindoi? ¿Cómo surge? ¿Objetivos de la empresa?
FM: En Europa solo un 4% de los móviles se venden para darles una segunda vida. Esto es un número ridículo comparado con otros sectores como el de la automoción, donde esa cifra es del 80%. Aliqindoi intenta cambiar esta realidad solventando el problema de la desconfianza en la compra-venta de dispositivos electrónicos usados.
Funciona básicamente como Wallapop, pero usa tecnología para hacer diagnóstico remoto de los electrónicos que se venden. Básicamente valida y garantiza que cuando compras un teléfono, tablet o portátil usado está en el estado que tiene que estar. No solo eso, la plataforma mantiene el pago reservado y gestiona la logística de forma automática. Solo cuando el comprador recibe el dispositivo electrónico, lo valida y acepta, se libera el dinero. De esta forma se evita tener que encontrarse con un desconocido e intercambiar dinero en la calle.
La visión de Aliqindoi es dotar a cada individuo, pequeña, mediana y gran empresa de las herramientas necesarias para ser parte de la economía circular de forma segura y conseguir que no menos del 1 de cada 10 dispositivos electrónicos tengan una segunda vida en los próximos tres años.
TE: ¿Qué has aprendido de etapas anteriores?
FM: He aprendido muchísimo, tantas cosas que creía saber y tantas que no sabía, (“you don’t know what you don’t know”) y las que me quedan. Algunas de la más importantes y que siempre doy como recomendación a quien quiere emprender viniendo de la comodidad del mundo de la empresa son:
– Ten 2-3 veces el colchón financiero que crees necesitar, las cosas tardan mucho más de lo que crees.
– Reduce al máximo las obligaciones financieras, hipoteca, coche, etc… te hará falta el cash.
-Establece de forma transparente y firme las expectativas de tu pareja y familia, deben tener claro la posibilidad del caso peor y de que será duro.
-Olvida el ego, te vas a tener que bajar los pantalones y pedir muchos favores.
-No te pierdas en el detalle – necesitas liderar y mantener la visión, big picture.
-Pivotar es normal y necesario.